23 dic 2013

NAVIDAD, EL TRIUNFO DE LOS DÉBILES (LA HUMANIDAD)

Cuando los días comienzan a ser más largos y la vida parece resurgir por el efecto de los diferentes sonidos y colorido de la naturaleza, coincide con el celo de la mayor parte de los animales. El propio clima ya menos adverso favorece la energía, la relación, la alegría y el impulso reproductor.

Muchos animales hibernan en el período de frío, pues la alimentación escasea y la manera de sobrevivir es esconderse en lugar seguro y permanecer quietos reduciendo al mínimo todas sus constantes vitales, de manera que durante cuatro o cinco meses puedan sobrevivir sin necesidad de movimiento alguno.

En el caso del hombre, esto es diferente. El sistema neuronal le transmite dolor y sufrimiento cuando siente frío, defendiéndose el propio organismo mediante tiritonas, temblores involuntarios que producen movimiento de todo el cuerpo, al tiempo que la piel se contrae, aviso de necesidad urgente de movimiento, de calor, si no quiere enfermar y morir. Para el hombre es en época de frío cuando más tiene que hacer para sobrevivir. A esa actividad la hemos llamado trabajo, que sería llevar y traer a casa lo necesario para seguir viviendo, es decir, hacer o mejorar refugios, buscar y traer comida y leña, llevar y esconder desechos.

La alegría de los días más largos y soleados, como digo, es señal de superación de peligros, siendo además el trabajo menos intenso. La naturaleza facilita alimentos por doquier y tampoco sería necesaria tanta cantidad de leña. De este enorme beneficio, la festividad se prodiga y las celebraciones de acción de gracias, oraciones, cánticos, romerías, donde no faltaría la comida ni la danza. Estas celebraciones terminarían en otras más íntimas, de carácter reproductivo, entre las parejas.

Si el tiempo de gestación humana es de nueve meses, coincidiría el momento de mayor número de nacimientos con la llegada de los fríos más intensos, estación que mayor trabajo exige, más movimiento, más alerta y, por ello, más capacidad de supervivencia, a pesar de los sufrimientos. Tiempo de intensos sacrificios, tanto para padres como para madres, cada uno desempeñando la función que su propia naturaleza les exige por defender la vida de lo más querido, sus propios niños, su “debilidad”.

Fruto de la celebración y el desenfreno amoroso, los hijos vendrían a padecer todo aquello que sus progenitores estarían dispuestos a erradicar; pero de manera indefectiblemente infructuosa, pues llegarían trágicos momentos donde muchos de los niños morirían.

Con el comienzo de los fríos intensos tendrían lugar muchos nacimientos, pero también la necesidad de mantener a los hermanitos entretenidos con sorpresas e historias para dar lugar a un comportamiento menos trabajoso para los padres, y que culminaría en un determinado día soleado, de celebración, con regalos realizados secretamente por ellos.

Es el Y-JO el Espíritu Mejor, el calor que desprenden los niños en brazos de sus padres, los seres inocentes que vienen nuevos, puros, débiles, pero que merecen toda la atención y desvelo de sus mayores para su fortaleza y supervivencia.

Tal consideración humana es fruto del carácter sagrado que tiene la Naturaleza en nuestra existencia, de tal manera que cualquier planteamiento racional que se haga juzgando nuestra cultura o tradición será erróneo, siendo la intervención de la supuesta racionalidad humana en el surgir de la vida, para manejar el control de la existencia, un despropósito contra Natura, un sacrilegio.

Luchar y proteger al débil, al enfermo, al moribundo, al hambriento, al que sufre, en cualquier estadio de la vida, ha sido la más alta dignidad del ser humano, que lo eleva y trasciende por encima de su propia existencia, haciéndole solidario, uno. Tan especial condición tiene celebración y máximo esplendor una vez al año, coincidiendo en esas fechas de nacimientos, de regalos, de inocentes, hoy celebrado como uno sólo, el del Redentor, pero que proyecta en la humanidad esos mismos sentimientos ibéricos solidarios ancestrales.


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5 nov 2013

FLAMENCO, GITANO, ANDALUZ

La condición Nómada de mucha gente que vivía en Iberia (donde no se veían sujetos más que al clima que ella misma se procuraba y a los espacios abiertos con huertas naturales), para la mayoría es algo desconocido, por lo que se comenzaría a datar la existencia de estas formas de vida, gitanas (como hallazgo en grupos u hordas), intuyendo su procedencia de un éxodo oriental: antiguamente, Egipto (egiptanos, gipsy); hoy, La India, en fin …

Caracteriza al Nómada no tener que defender territorio alguno, pues no adquirió esa dependencia vital sobre el suelo que pisaba, pero sí el anhelo de un clima perfecto (cielo limpio y un sol radiante, ... ) y unas circunstancias favorecedoras (encontrarse con lo que le permitiera vivir mejor en cada instante). De España y Portugal, ciertamente decía Saramago, que eran dos hermanas siamesas unidas por la espalda que jamás se habían visto las caras (la silueta que presenta la península, la verdad, lo parece). En el caso de gitanos y payos se da la misma situación. Nos diferenció, del mismo tronco, el que una rama decidiera sobrevivir de manera itinerante y la otra, apegándose al suelo que, a pesar de sus limitaciones (clima, la humedad), ofrecería relativa seguridad.

Ciertamente, por creer haber encontrado el lugar idóneo para instalarse, o por otras  circunstancias, hay quien decidiría dejar su vida itinerante y establecerse en puntos fijos, fundando asentamientos, poblados, etc., aunque conservando buena parte de sus costumbres, adquiriendo y mejorando otras muchas. La integración implica adaptarse al medio y al resto de semejantes, lo que quiere decir que los inadaptados son los diferentes, llamativos, no se mimetizan.


Nos sorprenderíamos de personajes famosísimos gitanos sin nosotros conocerlo. Esto quiere decir que no existe una genética diferenciadora más que cualquiera otra dentro de las familias payas, sino más bien unas formas de vida distintas, que por haberlo sido durante mucho tiempo y la norma de no mezclarse entre desconocidos, los gitanos han mantenido (rasgos vinculados a sus ancestros remotos).

El Flamenco es una raíz profunda que tenemos los ibéricos que nos ancla a un pasado ancestral, unas formas de vida arcaicas, que son el fundamento de toda la cultura que nos rodea y no al revés. Se empeñan en buscarnos padres y padrinos de lo que intentó calar aquí procedente de fuera y su influencia. Esto no es evidente. Más bien al contrario. El Flamenco no es una raíz Gitana ni Andaluza (esto es una concepción reciente por pérdida de argumentación histórica), pero sí las gentes nómadas ibéricas (todas lo serían remotamente) son las que fueron llevando a diferentes lugares de mejor clima, su poso artístico y costumbre, tomando allí el cariz o estilo que lo define hoy (dentro de un palo diferenciador), por asentarse en un lugar de manera continuada.


Es evidente que lo grande del Flamenco es la herencia que deja a muy pocos (no solo gitanos, pero sí ibéricos, y más, andaluces) ese pasado nómada ancestral, alma pura, sentimiento virgen pasional, sanguíneo, del sobrevivir difícil y cotidiano, donde la expectativa de una seguridad –relativa -  ofrece una “alegría” digna de celebración; de aquí el flamenco festero. Y dentro de este Flamenco, la Bulería.


 La Bulería sí es el cante más bravo, más puro, más Gitano, más nómada, con temática de amoríos a ritmo de trote ecuestre, y baile (caballo, toro, ambos juntos, paseos, vueltas, pases, desplantes, abaniqueos) donde la mujer con el pelo suelto o flecos en el pañuelo y el hombre (de negro) hacen la representación propia del juego y peligro de estas relaciones puramente ibéricas  (donde el Burel –toro- tiene tanta significación), llevadas como paradigma al terreno sentimental. Largas caminatas diurnas entre cabalgaduras, bestias, carretas, buscando dónde pasar la noche. Anocheceres entorno a la hoguera, compensando los esfuerzos, palmas, baile …  


Burelía, de Burel (toro), bravura de hombre siempre de negro, serio, fiero, toreado por el caballo, yegua, animal femenino, grácil, que lo castiga, escenas de celos hacia el hombre que monta a este precioso animal todo melena. Igualmente, el torero de a pie representa la feminidad, el engaño sutil que hace dar vueltas (TOR), da castigo y muerte al negro burel. Por lo tanto, burel como origen de la palabra llegada hoy Bulería, y no burlería como defienden otros autores.

Salud, alegría, azul del cielo limpio, verde de las huertas, rojo de las brasas (supervivencia), son el anhelo humano profundo, ancestral, en cuya ausencia nace la tristeza, el llanto, la llamada al Astro de Fuego que escucha YAYAYAYAY (la palabra del lamento), y su máximo exponente lo manifiesta el FA/LA-MEN-CO (Tristeza/Alegría Mía Escondida).

Actualmente, existen aficionados al flamenco de corte purista y de corte vanguardista;  estos últimos, mezcladores de estilos, instrumentos, temas históricos, etc. pero con escaso interés para este que escribe, pues trasluce un primer interés profesional (el Flamenco es un estilo de vida donde no interviene la Productividad), otras veces reivindicativo, y otras, incluso político, que desvirtúa el sentimiento, el “duende”, el alma, que el Flamenco, por imperiosa necesidad, trae. En lo histórico no existe la inmediatez mínima requerida, y en el Flamenco tampoco existe el sentimiento de racismo (no ha lugar, por haber sido Iberia expansiva más que receptiva), por lo que postreras alianzas histórico-políticas con lo gitano, lo flamenco o lo andaluz me parecen intentos nada favorecedores de potenciar nuestra ancestral cultura.

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28 sept 2013

LAS MÁQUINAS DEL TIEMPO

Un manantial es un nacimiento de agua, el inicio de un curso, arroyo, río, laguna, lago, etc. Brota el agua de manera incesante, limpia, con más o menos fuerza. En las montañas, fruto del deshielo de los neveros, los manantiales se cuentan por centenares. Aguas que se filtran y vuelven a filtrarse, bajando y bajando por donde la roca ofrece menor resistencia, entre grietas naturales, hasta llegar a lugares accesibles para el hombre, quien les da uso y nombre.

Hoy sabemos que, incluso en los lugares más secos o baldíos existen corrientes subterráneas y puntos de captación de agua de manera artificial. Pero desde siempre existieron en muchos lugares de Iberia emanaciones naturales de agua pura que permitieron los asentamientos humanos sin necesidad de depender de las frías y húmedas zonas montañosas.

La ausencia de oquedades en el relieve que sirvieran de alojamiento natural, hacía que se adoptaran soluciones de excavación en montículos, donde el propio terreno suavizara las extremas condiciones térmicas de la llanura. Muchas construcciones que cuentan con bodega son recientes edificaciones sobre remotas viviendas subterráneas.

Estos primeros lugares de permanencia en tierras más llanas, donde existía de manera natural la huerta, el agua limpia y la leña seca, se convertirían en las fundaciones o residencias, en torno a las cuales se construirían el resto de hogares para la propia descendencia. De tal manera que, la primera, la originaria, donde se encuentra el manantial, pozo o fuente, es el lugar de culto a los primeros antepasados, que excavaron, FUNDARON (construyeron) la casa común.

Es lógico suponer en este lugar, el sancta-sanctorum, las reliquias o huesos de los fundadores, escondidos o encriptados bajo piedra o losas (con alguna inscripción) cercanos a la fuente. Es el núcleo en torno al cual se constituye la jerarquía del conocimiento, del tiempo pasado en aquel lugar desde los orígenes, es la fundación misma de una aldea, pueblo o ciudad.

El día, es el período en que el sol permite ver y calentarnos (la existencia del Divino), que aparece por un lado y desaparece por el contrario (ESTE/O/ESTE). Ese recorrido solar de Este a Oeste es el DIA, duración que tiene unos límites que deben ser calculados para facilitar la distribución óptima de tareas, ocupaciones, salidas y llegadas a la casa, antes de que llegue la oscuridad, el frío, el miedo.

Todo lo que cruza a través de algo, por extensión, lleva el prefijo DIA, al igual que el Sol atraviesa el cielo de este a oeste, y su traza en el suelo hacía suponer ser el “diámetro” (la medida del día, calculada en el arco de circunferencia del supuesto camino hacia el ocaso). Esta dirección será tomada como referencia para el levantamiento de los TEMPLOS, lugares de observación, estudio y análisis del sol, el tiempo, tanto cronológico como meteorológico (por parte de los sabios) donde ese sol, en suspensión (POL), sin estar apoyado en nada, se dirige de un lado al otro. Este sería, durante milenios, el gran misterio que existía para el hombre.

Por tanto, todos los templos ibéricos, nacen de la misteriosa realidad solar para su construcción, fundados sobre asentamientos arcaicos, lugares de manantial de agua limpia y cripta con tesoros o reliquias familiares, incluso muñecas o tallas de madera. Lugares de culto a la Vida, la Existencia (A-ARA), ofrecida DÍA a DÍA por el Divino benefactor que trae la Luz y el Calor, al igual que la madre lo hace para su criatura. Paradigma origen del sentimiento religioso en nuestra incipiente inteligencia y llega a nuestros días.

La necesidad de contabilizar la sucesión de días y noches (claridad / oscuridad) y los cambios según épocas de lluvias, vientos, nieve, florecimiento, calor, haría que, en estos lugares fundacionales, que en principio servirían también de oráculos, se expusiera el conocimiento adquirido o el intento de solucionar los problemas / misterios para la mejor supervivencia. Tal es el caso de la duración del Día (Sol suspendido en su camino), y los diferentes momentos de la posición solar, observada en la sombra proyectada de un elemento fijo o ñomón.

El recorrido de la sombra del gnomón sobre una superficie vertical dispuesta en el eje Oriente/Occidente, determinaría la referencia a la OR-A, punto en que la sombra se encuentra vertical, momento de acción de gracias y alimento. Junto con las proyecciones horizontales del amanecer, anochecer y divisiones entre ellas formarían el OROLOGIO/A (proyección/estudio de OR -el Sol- durante el día). Los estudios acerca del supuesto movimiento solar al ocultarse, suponiéndole Único, Solo y Verdadero, dan origen a la Geometría o medición de su movimiento.

Marcas en el suelo, en forma de losas claras y oscuras, dispuestas en el eje dial Oriente/Occidente (diametral, DIAconal-diácono) servirían para la contabilidad de los días/noches, conocimiento puesto a disposición del guardián de la cripta, ayudante del sabio en la memorización y ejecución de diferentes tareas y oficios. En los lugares de prolongada permanencia donde se precisara cierto control del agua y del fuego, se haría necesario este tipo de solado, muy útil para tomar referencias tanto temporales como espaciales, sirviendo también como regla de cálculo o base de juegos de ingenio.

El desconocimiento acerca del movimiento solar, haría avanzar en la profundización de la Geometría; sin embargo, al tratarse del gran Misterio, lo que tuviera consideración de “teorías en proceso de estudio”, se mantendría secretamente, lo que daría pie a que gran parte del conocimiento quedara reservado a iniciados (con requeridos compromisos de confraternización), quienes, junto con los sabios y maestros se reunirían de manera privada para aprender e intentar desentrañar los misterios, aprovechando el lapsus de la noche y su silencio, en la cual se suponía no transcurría el tiempo.

Estudios de Geometría, cuyos dibujos realizados con medidas/pasos iguales (CON-PAS), desde triángulos, cruces inscritas en circunferencias, trísqueles, lábaros, esvásticas, grabados en piedra, pasarían a ser símbolos representativos del movimiento del Sol. Inteligencia humana venida del estudio de la Sagrada Forma (circulo) Solar, cuya luz, en el ocaso, atravesaría el rosetón geométrico del templo y a través de la arcada principal llegaría al Altar, ARA o existencia del Espíritu Divino, Forma Sagrada y yacimiento de reliquias: la historia sagrada, el Retablo, delante o encima de la arcaica Fundación (cripta).

Por lo tanto, el tiempo climático, el tiempo cronológico, las observaciones del cielo y del astro rey, su misterioso movimiento, daría origen a la Geometría, en búsqueda del patrón exacto que lo rigiera, materia de estudio en las criptas, cenáculos y posteriormente templos, donde se confeccionaría el Calendario, el porvenir, basado en los conocimientos llegados hasta el momento. Sedes del conocimiento, aquéllas primeras Fundaciones, se convertirían, en lugares de Construcción, Culto, Cultura, Universalidad, Cátedra, Sabiduría. De aquí que todo ello tenga hoy toda esa imbricación.

Témporas, temperaturas, calendas, predicción climática, serían suposiciones que, por su carácter impreciso quedarían dentro de lo misterioso, confiable; dando sentido sagrado, verdadero, litúrgico, ritual o ceremonial a los momentos cuya periodicidad fuera más precisa (predecible), cuyo aviso se realizaría a través de mensajes sonoros desde lo alto de la torre al conjunto de la población circundante.

Muy avanzada la civilización, desde la Sede Suprema, grupos de militares iniciados en rituales litúrgicos, Geometría y Construcción, en su afán de ponderación al Padre Celestial y a la Sabiduría del Rey Salomón, de manera itinerante, irían buscando Fundaciones Humanas ancestrales, puntos donde la inteligencia remota hiciera acto de presencia, para establecer ahí las coordenadas de futuras sedes (templos), puntos de referencia de sincronización ORARIA y culto al Patrón Universal, donde los símbolos de la antigüedad quedaran fusionados a otro no menos antiguo: la cruz de la tortura, hoy conocida como Latina o cristiana.

6 ago 2013

LETRA: PALABRA

Como ya he comentado en alguna entrada anterior, a cada concepto se le habría hecho corresponder un sonido fónico y a cada uno de ellos, mucho más adelante, le habría correspondido un símbolo gráfico, representación dibujada, grafía o letra, simbolizando o esquematizando también una relativa significación.

Los sonidos vocales son los más básicos, en torno a los cuales se componen el resto de sonidos más complejos o consonantes, producto de la articulación de las diferentes partes de la boca para ser manifestados, emitidos junto con el aire sonoro de nuestro interior. Pronunciar es delimitar con precisión (incluso exageradamente) para no dar lugar a dudas, en este caso para evitar que un concepto monosilábico se pueda confundir con otro. La observancia y cumplimiento de esta pronunciación y su correspondencia exacta con los signos gráficos, es clave para que una lengua, hoy, pueda considerarse yacimiento arqueológico.

Desde siempre, la experiencia, lo conocido, lo antiguo, lo puro, es considerado esencial, grande, a preservar, causa Mayor, capital. Es producto de la herencia, el conocimiento recibido, del esfuerzo de los antepasados para sobrevivir, lo primero que ha de salvarse, custodiar y presidir. Los conceptos más antiguos como hoy son Claridad (Ver), Permanecer, Calor, Fuerte, Oscuridad (no ver, frío), serían expresados por los sonidos A, E, Y, O, U, conceptos que vienen de la interpretación del hombre hacia la fuente de vida, el SOL, en su movimiento celeste. El resto de sonidos articulados, lleva implícito su combinación con uno de aquellos sonidos básicos, lo que cundirá para ir acorde con los nuevos conceptos que se precisan.

Una vez acuñados un número determinado de conceptos dentro del clan, se haría necesario hacerlos memorizar y más adelante, simbolizar e interpretar, tarea nada fácil ni cómoda, pero absolutamente necesaria para la supervivencia. Enseñar los caminos que ayudan a sobrevivir es lo que hoy conocemos como educación. Y lo primero que se enseña es el código, la lengua, y éste debe ser aprendido con la máxima exactitud.

Si los sonidos vocales fueron esenciales en los albores de la consciencia humana, los articulados, - en principio combinados la mayoría con el sonido E (BE, ZE, CHE, DE, FE, JE, etc.)- facilitan el enriquecimiento absoluto de la incipiente inteligencia, al poder formular mediante palabras monosilábicas secuencias e ideas, como es el caso del propio abecedario, oración ancestral y patrón de los signos gráficos llegados a nuestros días, anterior a cualquier alfabeto.

Estos signos primeros, primitivos, sencillos, servirían como referente, pauta u origen de lo que mucho más adelante, transformada la escritura por la adaptación a la economía y rapidez necesaria de los escribientes, (letrados o versados), se convertiría en la escritura llegada a nuestros días.

La LETRA representó el símbolo del sonido, el concepto, la palabra, que los más pequeños, débiles, ignorantes llevarían siempre grabada o colgada a modo de escapulario con significado de pertenencia a su familia y religioso de protección, como ha llegado hasta nuestros días la grabación de la inicial en las ropas y ajuar de los bebés, medallas y anillos con iniciales, siempre en mayúsculas, que ampara y protege a quien lo porta, a quién pertenece (de quién es).

Firme, Firma, Firmamento, significa que queda clavado, grabado, siempre igual, de aquí que la firma, la letra que uno realiza y que le identifica (la palabra del nombre), tenga la validez que tiene, porque nadie puede trazarla igual (carácter) y se utiliza como compromiso o entrega a cambio de algo, es la PALABRA dada, el honor, la propia vida, pero por escrito. Todo el sistema legal y económico actual se basa en este concepto, que compromete la Vida (circunstancias) de quien firma.

15 jun 2013

LA IMPORTANCIA DEL MEDIO.

Todo proceso generador parte de dos potencialidades complementarias, la una no es posible sin la otra, al igual que entre ambas se impulsan. Solamente se necesita un medio para que las dos se manifiesten en una individualidad, creación o criatura.

Es en el período embrionario donde tiene lugar la mayor multiplicación celular, de manera que las potencialidades van generando exponencialmente  las diferentes funciones y su pertenencia a su correspondiente y determinado Campo.

Aparentemente la fuerza Vital desarrollada por los dos potenciales es la que imprime a cada organismo la capacidad de generación, regeneración y adaptación al medio donde ha de manifestarse. Sin embargo, es un proceso recíproco donde realmente el Medio ejerce como gran condicionante del propio Campo.

Las diferentes especies que existen en la Tierra, como órgano viviente, lo hacen bajo las mismas premisas dirigidas por ella como Campo. Así, por ejemplo, todos los seres vivos disponemos de órganos análogos en función y número, en todos los lugares del planeta existen las mismas especies. Sin embargo, en cada punto de éste, coexisten con las particularidades que rige el Medio, para que cada organismo se adapte el máximo tiempo posible a él.

Todas ellas, en su medio, están concebidas para la integración, la subsistencia. Es muy difícil la supervivencia para el individuo diferente o inadaptado al medio en que vive. Hacerse invisible, pasar desapercibido, cada cual en su medio, es una de las claves de supervivencia que viene otorgado por la propia Naturaleza. Por este motivo, por ejemplo, el color del pelaje de los individuos varía en función de la geografía/clima, con el fin de evitar a todo aquello que pueda aniquilarlos, como uno de los cientos mecanismos de defensa que posee cada individuo/colectividad.

Por ejemplo, el color oscuro de la piel, o duramente contrastado con el claro, no es más que la función desarrollada por el medio para los individuos que han de permanecer en ambientes de duros contrastes de sol y sombra, lo que les hace, en tal medio, imperceptibles. Piel, pelo, plumaje ofrecen sobre todo la protección por el mimetismo con el entorno de donde se es originario.


La lana forma parte intrínseca en los animales que han de pastar en lugares donde el agua es permanente,  cerca de las montañas, entre brañas y neveros, donde el frío y la humedad forman parte esencial del Medio. Al igual que el pelo blanco, sedoso y abundante de osos polares o el color dorado con motas de los felinos africanos, etc, etc. Toda característica diferencial lo es en primer lugar por el medio y por la función dentro del colectivo.


Los machos, en su madurez, se proclaman más vistosos y llamativos, independientemente de la atención de las hembras (más mimetizadas), sobre todo, por su función dentro del colectivo de destacar, atraer (exponerse, entregarse) sobre la prole y resto del clan, a los que ha de proteger en caso de ser descubiertos por depredadores.


En el Hombre, pequeñas diferencias en los rasgos físicos, sensoriales y funcionales del organismo (fisonomía), en apariencia casuales o influidos por la genética, alimentación, … lo son por generaciones sucesivas de dedicación a tareas especializadas dentro de los diferentes colectivos, heredadas honrosamente, características que, fuera del Medio que les dio su condición, generan los lógicos conflictos de funcionalidad.

Así, por ejemplo, no es casual que los defectos de visión vengan acompañados de ciertas desproporciones en la complexión, excesiva curvatura dorsal, falta de elasticidad de ciertos músculos extensores, escasa capacidad pulmonar y gran capacidad de concentración mental ... , puede ser la consecuencia de ancestros dedicados a permanecer, generación tras generación, en minuciosos trabajos que, como los textiles, requerían excesiva quietud y laboriosidad, sentados y al abrigo del hogar donde calentarse e iluminarse (a duras penas).

ON-RA (Honra) significa Misma Existencia, es decir hacer lo mismo, permanecer y trabajar sobre lo que los mayores enseñaron a su descendencia, esperando aquéllos el respeto debido (Deuda) a todo ese esfuerzo. De aquí que generaciones enteras permaneciendo en los mismos lugares y haciéndolo todo de la misma manera, conserven los rasgos que definen a las diferentes razas, y dentro de estas las particularidades de cada pueblo y familia. (RA-ZA = Existencia en Paz).

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27 mar 2013

TAU Y LA INTELIGENCIA
Todo lo que existe es fractal, es decir, generado bajo una estructura básica que se va repitiendo a diferentes escalas, hasta ir conformando la realidad cambiante.
Todo lo que se repite es un patrón y desde este punto de vista, lo que conocemos, independientemente de tener una estructura fractal, a su vez, forma parte de un proceso generador de repeticiones infinitas.
La relación de esas diferentes escalas es proporcional a una constante, llamada proporción Aurea o Divina.  De esta manera, los procesos que genera la Naturaleza lo hace bajo la clave de esta proporción: 1,618... , la cual sería llamada Tau, y que viene a ser el nombre de la última letra del alfabeto Hebreo, significando “Más Dentro” en alusión a la entrada del Sol en la Tierra (Horizonte) y punto final del Día o fin de la existencia (de visibilidad). Pero, en origen, y por ser algo repetitivo (patrón PA-TOR-ON) se le llamó FI  -“que se clava (en el horizonte)”- cuya grafía sugiere una "tau" realizada de un solo trazo, y también se utiliza para denominar a la proporción aúrea.
Ni la inteligencia humana colectiva, ni procesos mentales individuales escapan a estas constantes, de modo que los pensamientos, generan otros y otros, dando proporcional comprensión y capacidad de ampliación a los conceptos ya existentes, según avanza el proceso de Existencia.
El lenguaje nace de las necesidades básicas de supervivencia: un concepto = un sonido, un sonido = una palabra. El Lenguaje llegado hasta nosotros es producto de miles de años en constante crecimiento. Lo que remotamente fue una palabra con un significado hoy es una letra vocal, lo que hoy es una sílaba, remotamente fue otra palabra, lo que hoy consideramos una palabra remotamente formaría una frase. El conocimiento de todas las sílabas como código de comunicación, correspondiente a los diferentes conceptos (concepciones) ofrecería la posibilidad de hacerse entender mejor, creando indefinidos conjuntos de sonidos-frase (dicciones). Esto no es más que la misma Proporción Natural actuando en la Inteligencia, desde siempre.
La Vida la debemos a las condiciones de Luz y Calor que recibimos del Sol. Es el dador de Vida, el Eterno, el Patrón Supremo para nuestra concepción. A las personas más inteligentes les debemos honor, devoción y memoria, por haber hecho de su entorno algo excelso, bien por  facilitar la vida, quitar hambre, traer paz, etc.: son los santos, a los que hay que darles gracias, (SAN significa Gracia o Gracias).

Tal Gracia o Iluminación viene de la mayor fuente de luz y calor conocida, el Sol, y es por ello que a los santos se les representa con la Aureola (Aurea, Dorada, de oro, O-OR) tras su cabeza, dotada de gran inteligencia, bondad y sentido común (comunitario).
La inteligencia, la dialéctica, los mejores oradores, los que mejor se hacían entender, previamente a la noche, y al amanecer, dirigían delante del grupo las oraciones, peticiones y gracias al Sol (O-OR), previamente a su puesta o renacer. La manera de recordarlos, después de fallecidos, sería en esos momentos del ocaso, con el círculo solar Divino rodeando su cabeza.
El Sol fue representado de diversas maneras, dando a estos símbolos identificativos carácter sagrado, místico, cuando no mágico. El hecho de comprobar que de un punto arriba en el cielo, podría salir tal cantidad de luz y de calor, serviría para justificar la representación de los rayos poderosos emanados, los cuales alcanzarían todos los puntos de la Tierra conocida o confines, en forma de las dos direcciones  perpendiculares, hoy puntos cardinales (cruz simbólica del Divino benefactor y referente de orientación).
Estas representaciones nacerían, como he aludido anteriormente, del concepto previo de la entrada perpendicular del Sol (O-OR-ÉL) en el ORIZONTE (horizontal), final del DIA, cuya dirección hacia adentro dejaría a oscuras y enfriados a los que suplicaban su regreso (ORADORES – ORANTES). La forma “T” y su sonido “te” o “de” significaría hoy “ALLÁ” o “DESPUÉS”. Llamada con sonido “tau” por los hebreos, lo que significaría “MÁS DENTRO”, y que coincide ser la última letra de su alfabeto, final del día.
Si Te o Tau representó el horizonte y el Sol metiéndose, ocultándose, muriendo, la letra Tau invertida expresaría justamente lo contrario, el Sol que vuelve, que renace, que resucita. Es por este motivo que la aureola del máximo santo considerado, el propio SOL, personificado en su propio Hijo, lleve esta letra Tau invertida en señal de retorno, vuelta a nacer, como manifiestan todas las imágenes pantocráticas que conocemos (en la aureola), o la bola que porta el Niño de Praga, o el Esplendor en la cabeza del Niño Jesús, o en las mitras obispales. Formas todas ellas identificativas de los sagrados y protectores Rayos Solares, ancestralmente reconocidos y santificados, fuente de Luz y Calor (Vida).
Vemos pues, cómo la propia condición de las diferentes realidades, en etapas distintas de conocimiento, encierran en su concepción, razonamientos que abarcan a los anteriores y así sucesivamente, lo mismo que ocurre con el crecimiento de TODO, en su proceso fractal, sin mutación aparente de las unidades mínimas de significación.
El análisis de estas unidades mínimas de significación en materia de Lenguaje Humano ha sido el objeto de este estudio.

P.D. Curiosamente, acabo de ver la siguiente imagen de un símbolo en la catedral de Sheffield  en Gran Bretaña que ilustra más si cabe, la presente entrada. (28/05/2013)

26 feb 2013


LA PUREZA Y LA MUJER (II): EL HOMBRE.

Las mujeres paren hijos e hijas. Hemos visto la educación que, por la condición de su fisiología, quedó establecida para la persona Mujer y cómo la misión de ésta, por madres, hijas y esposas, sería velar por la pureza de las niñas y hacerlas dignas de respeto a los ojos de los hermanos varones, quienes deberían proteger en extremo la condición virginal de sus hermanas, así como la honra del matriarcado: defensa ante el abuso de otros hombres, hasta la muerte.

La madurez sexual llega en la adolescencia, despertar a los encantos de la condición sexual complementaria, deseos naturales de relación mutua que facilita el erotismo entre dos jóvenes de diferente sexo y familia. Aunque físicamente desarrollados, tanto muchachos como muchachas carecen de enjuiciamiento maduro y moral firme, embriagados además de sus impulsos, como para tener un amor duradero, por lo que es necesaria la intervención de las familias, los padres de ambos y su conocimiento pormenorizado para conjugar ambas (hacer buena coyunda) y establecer una nueva familia que los unifique.

Generalmente, el Varón tiene gran desconocimiento de la Mujer. Ésta, sin embargo, es consciente de que sus propios modos e inteligencia ejercen un poder de atracción hacia aquél, rebosante además de sexualismo, ciego por tal pasión y peligroso, susceptible de llevar al traste el futuro de las familias.

Para evitar la evasión o efecto meramente caprichoso y lúdico del miembro viril, desde recién nacidos, celebrarían el ritual de la circuncisión a los niños, garantía de pureza, neutralización de tentaciones sexuales futuras y concentración de energía vital, tan necesaria para la supervivencia.

El cariño, el respeto, la confianza, la generosidad, la amistad de larga duración, la buena educación para hijos e hijas, son necesidades para la supervivencia feliz de los clanes familiares, por lo que es preciso salvaguardar este Amor sin tener nada que ocultar, para hacerse digno del honor de compartirse en máxima pureza. Llevado a tal extremo que, son las mujeres de ambas familias quienes conciertan,  a través de una tercera mujer (de sobrada confianza), la prueba fehaciente de que la muchacha no ha sido penetrada, guardando el resultado de la prueba la madre del novio, quien valorará tal honra para su familia, reconocerá la honorabilidad del clan consorte y, por lo tanto, dará consentimiento de boda.

Únicamente las razas, hoy llegadas hasta nosotros como Gitana y Judía, mantienen íntegras algunas costumbres ancestrales, dejando patente la importancia de la Pureza en todos los órdenes de la Existencia Humana para la supervivencia. No dudo de un nexo común entre ellas en un tiempo remoto, prebíblico.

12 ene 2013


ORIGEN DE ESCUDOS Y BANDERAS

El Hombre se viste para protegerse. Cualquier rasguño en la piel produce dolor y fácilmente salida de sangre. El sol produce quemaduras e igualmente, el frío y la humedad, hacen que se resienta la salud, más aún con viento, desde fuera hacia el interior del organismo. La manera de evitar enfermar y morir es cubrir el cuerpo, refugiarlo dentro de algo que evite estos agentes dañinos.

La observación de que los animales tienen el cuerpo cubierto de pelo y su tacto es caliente y suave lleva al hombre a pensar que la misma protección les sería beneficiosa a ellos también, por lo que, si en principio la carne es fuente de alimento, esta debe ser recogida previa desolladura del animal y poder aprovechar así su piel.

La confección de ropajes, antes de ingeniar el hilado y el tejido, sería desde la materia prima directa del animal. La caza sería importante también por ser fuente de vestimenta y además debería ser selectiva. Coger a un animal es mucho más difícil de lo que pueda imaginarse, teniendo en cuenta, además, los agrestes terrenos y la fragilidad de los pies humanos, por lo que deberían ser los animales mansos y próximos los que fueran sacrificados para aquél fin. No obstante, cazar animales que se defienden con garras y dientes, como osos o lobos implicaría utilizar ropas y defensas especiales. Estos trofeos, la piel (la vestimenta) indicarían el estatus y la fortaleza de quien las viste.

Con el uso, las pieles pierden el pelo, pero lejos de ser desechadas, pueden seguir utilizándose como ropajes para tiempo más templado, correajes, confección de porta utensilios, solados, tiendas, forrado de rocas para asientos. Todo ello ofrece al hombre protección y seguridad.

Si durante mucho tiempo, los corderos vivos sirvieron para aliviar las tiritonas nocturnas, la especial mansedumbre de las ovejas, facilitó poder extraer su lana sin necesidad de matarlas, lo que provocaría el origen de los procesos de confección, empezando por colchas de vellones para dormir, y más adelante ingeniando el hilado para entrelazar y tejer vestimenta, comenzando a coexistir con las ropas curtidas.



Sin embargo, todo este proceso sería bastante lento, siguiéndose utilizando el cuero, más suave, simple y resistente, para el contacto directo con la piel del torso, especialmente para el trabajo de acarrear leña, quedando bien protegido el cuerpo. Este uso protector se prolongaría por muchísimo tiempo, utilizándose especialmente en enfrentamientos y combates: cueros duros que cerrarían el acceso a la fragilidad corporal.

Cuando, por efecto de la proliferación de familias, se van multiplicando los bienes individuales de uso frecuente, cada una de ellas debe hacer diferenciar para evitar confusiones los recintos donde habitar y guardar sus herramientas, enseres, vestimentas y ajuares. Un cuero ya en desuso, con algún símbolo característico, colocado visiblemente, serviría perfectamente para dar identificación a las propiedades.

En los albores de la escritura, los colores familiares fijados en los diferentes materiales ampararían el derecho de uso y propiedad de los bienes, más cuando éstos no pueden llevarse consigo, como es el solar o la casa. De aquí que en el centro de las huertas, castros y lugares de estancia familiar quedara expuesto bien arriba, en el extremo de un alto y pulido tronco, el cuero coloreado como distintivo identificador de sus pobladores.

Vencer en las reyertas y lides entre familias obligaba a ir equipados con la mejor protección. Ser mayor en número y más resistentes es equivalente a ser más fuertes, y por lo tanto, poder abarcar más territorio necesario para los diferentes clanes familiares. Los primeros en prepararse o ejercitarse para defender o conquistar serían los claros vencedores, surgiendo así la idea de Ejército, conjunto de personas bien protegidas y adiestradas para vencer en contiendas.

Estas protecciones, generalmente marcadas con los símbolos identificativos del clan familiar, pueblo o entidad que defienden sus intereses colectivamente son llamadas Escudos.


Hoy escudarse es protegerse al amparo de alguna institución que ostenta poder o fortaleza. Fortalezas son llamadas las construcciones de máxima resistencia que se construyeron para defender sus asentamientos las familias que vivían en castros, motas, donde la leña era abundante y seca para poder hacer buen fuego y el agua de lluvia dañina no permanecería gran tiempo. Fortalezas que fueron llamados castillos (por que CAS-TIL-YA era esa característica local, vegetal y climatológica beneficiosa) y que en origen pendía (pendón) la identificación familiar de lo alto de un tronco bien pulido.

Celadas metálicas, con plumas de aves exóticas complementarían el cuero protector del pecho cerrado con los símbolos familiares defendidos hasta derramar la última gota de sangre, forjarían la actualización más moderna de tan ancestral realidad.

Conjuntos de grupos de varones guerreros de familias emparentadas, cada grupo con su pendón, seguirían al Estandarte o representación simbólica de la casa común a la cual todos pertenecerían, con objetivos bien de defensa o bien de expansión.


A un Estandarte pertenecerían cuatro flancos defensores, ubicados según los puntos cardinales. Cuatro “Casas” descendientes de un mismo linaje; cuatro Cuarteles defensores de sus orígenes y modo de vida. La HERáldica debe su nombre al parecido tanto físico como de costumbres de los habitantes de una comarca, cuyos antepasados fueron comunes, llevando el nombre de la zona geográfica en su propio distintivo personal, el nombre propio o apellido. De aquí que tanto la piel, el PELaje como el aPELlido y el lugar geográfico, caracterice a las familias, las “Casas”, los Cuarteles, Los Castros. Términos como “castrense” y “cuartelado” cobran sentido sin hacer grandes malabarismos etimológicos comprendiendo estas ancestrales razones.

Escudarse supondría someterse al fuerte, al vencedor, buscando protección en la debilidad, haciéndose pertenencia de aquél. El escudero es propiedad del señor que le ampara, le escuda, a cambio de servicios de asistencia y ayuda. El escudo cobija no sólo el cuerpo, también protege, con cierta garantía de éxito, gran parte de los asuntos vitales en la sociedad.

La Bandera recoge todos los acuerdos que en tiempo de paz realizan las diferentes Casas Familiares para coexistir en tal dicha, unificando principios y dictando leyes que SIRVAN u obliguen a cada uno de los moradores en los territorios HERmanados (parecidos).
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