6 ago 2013

LETRA: PALABRA

Como ya he comentado en alguna entrada anterior, a cada concepto se le habría hecho corresponder un sonido fónico y a cada uno de ellos, mucho más adelante, le habría correspondido un símbolo gráfico, representación dibujada, grafía o letra, simbolizando o esquematizando también una relativa significación.

Los sonidos vocales son los más básicos, en torno a los cuales se componen el resto de sonidos más complejos o consonantes, producto de la articulación de las diferentes partes de la boca para ser manifestados, emitidos junto con el aire sonoro de nuestro interior. Pronunciar es delimitar con precisión (incluso exageradamente) para no dar lugar a dudas, en este caso para evitar que un concepto monosilábico se pueda confundir con otro. La observancia y cumplimiento de esta pronunciación y su correspondencia exacta con los signos gráficos, es clave para que una lengua, hoy, pueda considerarse yacimiento arqueológico.

Desde siempre, la experiencia, lo conocido, lo antiguo, lo puro, es considerado esencial, grande, a preservar, causa Mayor, capital. Es producto de la herencia, el conocimiento recibido, del esfuerzo de los antepasados para sobrevivir, lo primero que ha de salvarse, custodiar y presidir. Los conceptos más antiguos como hoy son Claridad (Ver), Permanecer, Calor, Fuerte, Oscuridad (no ver, frío), serían expresados por los sonidos A, E, Y, O, U, conceptos que vienen de la interpretación del hombre hacia la fuente de vida, el SOL, en su movimiento celeste. El resto de sonidos articulados, lleva implícito su combinación con uno de aquellos sonidos básicos, lo que cundirá para ir acorde con los nuevos conceptos que se precisan.

Una vez acuñados un número determinado de conceptos dentro del clan, se haría necesario hacerlos memorizar y más adelante, simbolizar e interpretar, tarea nada fácil ni cómoda, pero absolutamente necesaria para la supervivencia. Enseñar los caminos que ayudan a sobrevivir es lo que hoy conocemos como educación. Y lo primero que se enseña es el código, la lengua, y éste debe ser aprendido con la máxima exactitud.

Si los sonidos vocales fueron esenciales en los albores de la consciencia humana, los articulados, - en principio combinados la mayoría con el sonido E (BE, ZE, CHE, DE, FE, JE, etc.)- facilitan el enriquecimiento absoluto de la incipiente inteligencia, al poder formular mediante palabras monosilábicas secuencias e ideas, como es el caso del propio abecedario, oración ancestral y patrón de los signos gráficos llegados a nuestros días, anterior a cualquier alfabeto.

Estos signos primeros, primitivos, sencillos, servirían como referente, pauta u origen de lo que mucho más adelante, transformada la escritura por la adaptación a la economía y rapidez necesaria de los escribientes, (letrados o versados), se convertiría en la escritura llegada a nuestros días.

La LETRA representó el símbolo del sonido, el concepto, la palabra, que los más pequeños, débiles, ignorantes llevarían siempre grabada o colgada a modo de escapulario con significado de pertenencia a su familia y religioso de protección, como ha llegado hasta nuestros días la grabación de la inicial en las ropas y ajuar de los bebés, medallas y anillos con iniciales, siempre en mayúsculas, que ampara y protege a quien lo porta, a quién pertenece (de quién es).

Firme, Firma, Firmamento, significa que queda clavado, grabado, siempre igual, de aquí que la firma, la letra que uno realiza y que le identifica (la palabra del nombre), tenga la validez que tiene, porque nadie puede trazarla igual (carácter) y se utiliza como compromiso o entrega a cambio de algo, es la PALABRA dada, el honor, la propia vida, pero por escrito. Todo el sistema legal y económico actual se basa en este concepto, que compromete la Vida (circunstancias) de quien firma.
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