PLAZAS, CALLES, FERIAS Y FIESTAS
El estudio del sagrado movimiento solar y la medición entre
las salidas y entradas, propiciaría la ubicación entorno a menhires, mástiles y otras
referencias donde poder observar el transcurso del día (el
tiempo). Incluso cruceros de orientación (salida-ocaso) serían colocados en
lugares de paso frecuente y cruces de caminos. Ver o no ver las sombras sobre
el suelo implicaría encontrarse ORientado o perdido, donde GOL-OR-YA, sería la voz de celebración al ver
aparecer la sombra que gracias a ÉL (OR), el Fuego Sagrado (YA), está
ofreciendo ORCAN (el Sol).
Estas Glorias, entorno a las señales del Divino en Movimiento, serían aclamaciones para ser escuchados, una
y otra vez, especialmente por quienes se encontraran a la espera de los que
salieron en busca de abastecimiento, antes de que llegara la oscuridad, el frío
y las tinieblas.
No hay mayor desasosiego que el que produce el hambre, la
necesidad de alimentarse para sobrevivir. Irremediablemente, para saciar el
hambre los seres vivos matan a otros seres vivos. En el Hombre, el temor a
morir de necesidad lo hace codicioso, llegando a matar a los de su misma especie,
por lo que el hambre origina desesperación, y ésta la guerra, la extinción, la
aniquilación.
Como ente individual no es posible la supervivencia. El ser
humano es dependiente de una existencia en colectividad, en organización. Aún
con todo, el sentimiento de necesidad, por carencias en el pasado, es una
constante en el Hombre. La paz solo es posible cuando las necesidades van
siendo paliadas, imperando de forma natural las obligaciones para con los
demás, vínculos familiares hacia los más débiles.
Huertas naturales, lugares libres de piedras y obstáculos,
cómodos para los pies e idóneos para celebraciones, serían los destinados a ser
los centros de la vida en colectividad, sin nada que ocultar, todo expuesto a
la luz y la PAZ. Es encontrarse en CASA (KE).
Estas zonas, cómodas, con buena hierba y más prácticas que
otras para sobrevivir, tendrían cerca la leña y el agua, siendo origen de todo
asentamiento humano en familia, cuyas características físicas vendrían
definidas por un abolengo endogámico.
En regiones donde desplazarse grandes distancias supusiera
aumentar el riesgo de sufrir accidentes por exceso de pendientes y obstáculos, las
casas - como espacios abiertos llanos, soleados (CAN-PO) donde hacer el hogar,
el refugio - , PA-ZO. En dichas extensiones aPAZentaría (comería
tranquilamente) el ganado, los animales mansos que ayudarían a sobrevivir a
nuestra especie.
El control y dominio de espacios abiertos mayores, favorece
la proliferación más rápida de la familia y una vida social más activa, donde
la especialización para conseguir lo necesario y exponerlo en el lugar más
visible, la ER-RAN, la CAN-PA, la PA-LA-ZA, para ser intercambiado por otros y
otros productos de primera necesidad, es la clave de la supervivencia entre
todos JUNtos (IUNtos, YUNtos), en un lugar coMUN.
Lógicamente, el trasiego de cargamentos y ganaderías hacia
la plaza exigiría unos mínimos de seguridad tanto para los débiles pies (CAL),
como para facilitar el arrastre de lo conseguido o producido para el trueque, requiriendo
dejar libre de obstáculos y guijarros los trayectos de paso frecuente. Sería el
origen natural de lo que conocemos como CAL-LE (pies débiles) o acceso práctico
a la plaza. Calle Mayor, Calle Real, Calle Principal, Calle Arriba, generada y
cuidada con el fin de llevar cada día, con la máxima facilidad, los productos necesarios
para abastecer a la comunidad (ABASTOS).
En torno a la plaza (abastos) se propiciaría fehacientemente
la forma de vida sedentaria y los trabajos artesanales. (“Necesarios, Suficientes”,
es tener las existencias cerca de las manos, “a mano”, todo ello sinónimo de ABASTOS;
“no dar abasto”, hoy sería no llegar a alcanzar o a abarcar lo que se precisa).
También decimos “ir a la Plaza” como sinónimo de ir a buscar abastecimiento
(compra), ir al lugar donde siempre antes se expuso todo lo necesario para
sobrevivir: animales, pieles, miel, frutos y frutas. Y es por este motivo por el
que la Plaza principal de los poblados ibéricos suelen ser el Centro de Vida
del lugar, fuente del alimento y del agua, en origen, el mejor de todos los
posibles, y entorno a ella va creciendo la población.
Es importante reseñar cómo el camino seguido por los ganados
dentro de las incipientes poblaciones, delimitarían lo que sería, en muchos
casos, las calles principales, las cuales conducirían a su vez a los centros,
los medios, allí donde emana el agua, primitivas fuentes, pilones y abrevaderos. En
mayores asentamientos humanos, donde se propiciaran los mejores mercados, la
afluencia de ganado sería considerable, así como sus propios desechos, lo que
favorecería una arquitectura que separara la actividad sedentaria de la
agrícola y ganadera; una ejercida a la puerta de casa, libre de suciedad y del
sol directo, en tanto que la otra, en continuo trasiego de cargas y ganados. He
aquí las calles con soportal, siendo éste el espacio del solar de una vivienda
en plena calle o plaza que se mantiene a cubierto y suficientemente limpio como
para desarrollar una actividad artesanal, permitiendo el paso sin necesidad de
ensuciarse, mojarse o recalentarse.
Con las sucesivas expansiones demográficas de cada poblado,
irían alcanzándose los lugares que fueran, en tiempos, cruces de caminos,
puertos, donde existieran indicaciones, rollos o cruceros de orientación
(este-oeste), pequeñas campas o glorias, detenciones necesarias, escalas, estaciones
de descanso para los pies, observar la dirección llevada y el retorno, acciones
de súplicas y de gracias. También en estos lugares, generalmente apartados y
con manantial (también “telúrico”), se levantaría una morada pequeña, parecida
a la fundacional existente en las plazas, a modo de refugio. Serían las
ER-MI-TA, situadas en glorietas, altos y lugares con panorámica.
Servirían además para dar “encuentro” a los perdidos en sus pastoreos, escapadas, u otear, dar aviso a los desorientados mediante diferentes tipos de señales. Siendo natural la advocación del desamparado a la propia madre, su origen, la luz, sentimiento Materno-filial de encontrar/ser encontrado, ansia de aparecer … aparición, de extraordinaria importancia en estos puertos/as y claros precursores de fiestas y romerías, en cuyos aledaños también se manifestarían apariciones marianas.
Servirían además para dar “encuentro” a los perdidos en sus pastoreos, escapadas, u otear, dar aviso a los desorientados mediante diferentes tipos de señales. Siendo natural la advocación del desamparado a la propia madre, su origen, la luz, sentimiento Materno-filial de encontrar/ser encontrado, ansia de aparecer … aparición, de extraordinaria importancia en estos puertos/as y claros precursores de fiestas y romerías, en cuyos aledaños también se manifestarían apariciones marianas.
Si todo lo que sale tiene un destino, tanto el origen como
el destino
son puertas/os de entrada/salida y viceversa (POR-BOR-BUR). Así pues, “portar” es llevar de puerta a puerta una mercancía; puertas que se encuentran a determinada distancia. Las puertas a las que uno llega, a la intemperie, son “portales” y si llega protegido, “soportales”, siendo las columnas, los “soportes” y, por extensión, todo elemento estático que aguanta una carga. Cañadas, Calles, calzadas, carreteras y vías, comunican puertas/os, están entre MEDIias de ellas/os, son MEDIos, que conducen, llevan de una puerta a otra puerta, de un extremo a otro, durante el día.
son puertas/os de entrada/salida y viceversa (POR-BOR-BUR). Así pues, “portar” es llevar de puerta a puerta una mercancía; puertas que se encuentran a determinada distancia. Las puertas a las que uno llega, a la intemperie, son “portales” y si llega protegido, “soportales”, siendo las columnas, los “soportes” y, por extensión, todo elemento estático que aguanta una carga. Cañadas, Calles, calzadas, carreteras y vías, comunican puertas/os, están entre MEDIias de ellas/os, son MEDIos, que conducen, llevan de una puerta a otra puerta, de un extremo a otro, durante el día.
Todos los MEDIOS son Tesoros Divinos que, emulando la
situación Solar en el mediodía (Sol en lo alto), favorecen el punto en común de
todo lo circundante. Asimismo, todas las MEDInas se caracterizan por ser
centros (equidistantes, están en medio de rutas) de compra/venta, lugares de
paso, de excelentes artesanos, constructores y precursoras de nuevos oficios,
adquiriendo extraordinaria importancia, además, por ser distribuidores naturales
de vías pecuarias, actividad que durante milenios fuera motor de supervivencia
y motivo de proliferación demográfica.
Y asimilado con el día, “FER-YA”, es Asomar Naranja el
Fuego, el cielo por el Este. Es ver el amanecer, el comienzo de un nuevo día.
Es el momento en que la noche desaparece y hay que hacer lo posible por
sobrevivir: trabajar. Feria es levantarse antes de que el Sol haga acto de
presencia, el no descanso. Llevado a su significación actual, Feria es
día laboral, de compras y ventas, de abastecimiento. Generalmente en las
poblaciones con gran plaza, campa, el día posterior al último de cuarto creciente (según el
calendario lunar) y más adelante el Sábado, que es el día dedicado al descanso
y acción de gracias, aparecerían de diferentes lugares las gentes tomando sus
puestos para el trueque de sus existencias. Los mejores días por sus noches
iluminadas de luna llena, cuando es menos probable perderse, surgirían celebraciones
dedicadas a la Madre, a la Señora.
El poder disponer de las cosas necesarias por el
acontecimiento de los días de Feria (compra-venta), favorece la alegría, la
celebración y el festejo, de ahí que la Fiesta dependa de la Feria y no al
revés. Conseguir lo que uno necesita es “hacer la feria”, “hacer el día”, Día
de Fiesta. Se puede comprobar hoy, que el día “festivo”, donde permanece la
actividad comercial regulada, como ocurre en la actualidad con el
domingo, pierde su sentido preeminente (feria), y por tanto, también el de
fiesta (a excepción de romerías dedicadas a la Virgen del lugar).
Una evidencia clara de lo que expreso se conserva todavía en
Portugal: el nombre de los días. Identificados por su significación laboral o
de mercado, no existe ya (como sería lógico), el Primer día de Feria por haber
sido sustituido por el Domingo. Sin embargo, en Medina del Campo, nunca perdió
su condición de Feria -a pesar de haber sido implantado tal día en el
calendario que nos rige-, donde ninguna autoridad tuvo potestad alguna para imponer “el descanso” en día que
nunca lo fue.
Así pues, de tal importancia Medina, que su puerta, en la
Plaza, sirviera de punto de control (vuelta a contar) de todos aquellos puestos y
asientos que se dieran cita en el Mercado. Ya dentro de la Historia, entre los
mismos pilares que un día sirvieran de puerta de entrada/salida, entre mercader
y prestamista, tendría lugar la primera Letra de Cambio y la génesis de la
contabilidad como hoy la conocemos, con sus Asientos, Entradas y Salidas.
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